La importancia de un simple paseo... pero por la naturaleza.
En nuestra vida cotidiana vivimos cada vez más en medio de edificios y calles, pero nuestros orígenes nos vieron nacer en medio de la naturaleza, donde vivíamos y nos procurábamos alimentos y útiles cotidianos.
Hoy encontramos comida cómodamente en el supermercado y nuestros paseos se dedican sobre todo a desplazarnos entre casa y el trabajo, si no cogemos el coche, pero los beneficios de caminar por la montaña, en un bosque o a la orilla del mar son mucho mayores. La diabetes y la obesidad, por ejemplo, son enfermedades estrechamente relacionadas con la falta de actividad física y una dieta poco saludable. Un simple paseo de 20 minutos todos los días es muy importante para aumentar el tono muscular y perder masa grasa; no es una actividad anodina como mucha gente piensa.
Por supuesto, los beneficios de un paseo por la naturaleza también afectan al corazón y a los pulmones. De hecho, un estudio realizado sobre una muestra de personas a las que se pidió que pasaran un rato sentadas en un prado y, comparando sus niveles de tensión arterial y frecuencia cardiaca con otro grupo que pasó el mismo tiempo en la naturaleza, pero moviéndose, demostró que los que habían estado activos registraban frecuencias cardiacas significativamente mejores que los que habían estado en la naturaleza pero sentados. Además, pasear por la naturaleza refuerza el sistema inmunitario porque, gracias a los aromas y olores que llegan a nuestros sentidos, podemos obtener beneficios comparables a los que obtendríamos durante una sesión de aromaterapia. El sistema inmunitario también se beneficia porque respiramos aire limpio y nos exponemos más al sol, con lo que producimos más vitamina D. La luz solar también inhibe la liberación de cortisol, la hormona de la ansiedad y el estrés, y contribuye a aumentar la producción de serotonina, también conocida como la "hormona de la felicidad", que tiene la función de aliviar la ansiedad y el dolor. La revista Science, ya en 1984, publicó un estudio sobre el poder terapéutico de los árboles y la naturaleza, en el que se demostraba que los pacientes hospitalizados tras una intervención quirúrgica que tenían la oportunidad de ver siquiera un jardín, flores o árboles a través de la ventana se recuperaban más rápidamente que los que no podían verlos, y esto se debía al aumento de la producción de serotonina.
Caminar por la naturaleza también tiene un fuerte poder calmante sobre nosotros gracias al agua que fluye, el canto de los pájaros y otros sonidos relajantes que tienen la capacidad de hacer una pausa en nuestro cerebro del ruido que nos acompaña a diario en la ciudad. Está demostrado que escuchar esos sonidos de la naturaleza y escapar de la rutina diaria también tiene un efecto positivo sobre los pensamientos negativos y estresantes que nos provocan ansiedad y depresión. Por no hablar del beneficio para nuestro ritmo circadiano vigilia-sueño que, gracias a la ausencia de contaminación lumínica y acústica, nos permite encontrar la correcta alternancia día-noche incluso en reposo.
Todos los beneficios descritos son perceptibles a cualquier edad. De hecho, estudios estadounidenses han demostrado que, incluso para las personas mayores, pasear por la naturaleza ralentiza el envejecimiento de las células cerebrales. Además, es beneficioso porque la persona se mantiene en movimiento, contribuye a conservar una buena memoria e incluso parece aumentar el volumen del hipocampo (la zona del cerebro dedicada a la formación y almacenamiento de la memoria).
Por último, podemos decir que estar al aire libre en la naturaleza nos ayuda a aumentar nuestra creatividad y la resolución de problemas porque, en entornos vírgenes, nuestra capacidad de concentración es mucho mayor al carecer de las distracciones que encontramos en la vida cotidiana llena de estímulos como el teléfono móvil, la televisión y el caos urbano.
Busquemos, por tanto, todas las oportunidades posibles para estar al aire libre en la naturaleza y, cuando esto no sea posible, ayudémonos con los productos magma13, diseñados precisamente para recuperar la energía presente en la naturaleza más virgen en todo momento.
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FUENTE: https://scienzaverde.it/salute/camminare-tra-la-natura-dove-farlo
